CINE DE AUTOR - MANHATTAN (ìdem, 1979) de Woody Allen
EL AMOR Y LA CIUDAD
* * * * *
EXCELENTE
Esta obra representa la cúspide cinematográfica para Allen, el punto mas
alto de toda su carrera en nivel de calidad de y reconocimiento del
pùblico y de la crìtica. Un autentico clásico contemporáneo, en "Manhattan" Allen plantea un
mundo autodestructivo, el miedo a la muerte y analiza las relaciones de
pareja y el sexo con su siempre irónica percepción.
Amantes, amorìos, amistades y
enamorados confluyen en la trama donde, para su protagonista
representa el comienzo de la búsqueda del amor verdadero y de la
realización
de uno mismo, en medio de una ciudad donde sexo e intimidad son valores
relativos.
Una impecable fotografía en blanco y negro retrata mejor que nadie, y como
nunca, la belleza expresiva de una Nueva York única que en su escala de grises
refleja el caleidoscopio que la condición humana representa para su creador. Pura
poesía en imágenes, la ciudad cobra vida y sus interpretes protagonismo. La
infaltable y clásica música jazzista reviste al film con otro de los sellos
característicos del director, pura poesía en acordes.
La puesta en escena es
igual de lograda, con fantásticos planos secuencia que en su amplitud captan la
profundidad adonde el cineasta nos transporta con sus dudas, sus desengaños, sus
reflexiones e ironías, que abundan en su particular estilo visual y narrativo
siempre dejando un lugar para la sorpresa y el entretenimiento. La ciudad cobra un protagonismo inèdito y es la anfitriona perfecta para semejante funciòn de lujo.
El relato encuentra una estructura que se basa en diálogos recurrentes
repletos de ironía, citas intelectuales y referencias mas que originales para
retratar los amores y desamores de estos personajes que saben expresar sus
decepciones y sus arrepentimientos. Woody nos alecciona acerca de estos sinsabores sin sentimentalismo ni moralinas,
lección que deberían aprender varias de las comedias románticas de hoy. El realizador
sabe de lo que habla y esta vez su visión de la búsqueda del amor verdadero y
de la realización personal es tan conmovedora como ocurrente.
Allen se pone a sì mismo al
frente del reparto para interpretar ese personaje tan clásico y entrañable que
ha dado vida en cada uno de sus films. Diane Keaton, es una vez màs, su musa
inspiradora y el objeto de deseo de Allen, mientras que Mariel Hemingway
compone bellamente las tribulidades de una adolescente en un rol consagratorio
que jamás podría volver a igualar. Meryl Streep, por su parte, completa el
elenco en una de sus primeras apariciones en pantalla que la encuentra muy
joven y un talento interpretativo notable.
Luego de sorprender a la critica
especializada con “Annie Hall” (1977) y de
profundizar aun más en temáticas dramáticas en "Interiores" (1978), el
autor logra superarse a si
mismo una vez màs, colocándose una vez màs a las puertas del
Oscar. Dejando de lado su etapa de comedia delirante de sus primeras obras, coloca delante del
espectador la dualidad de drama versus comedia que tanto caracteriza a
sus
obras, una vez mas a manera de rapsodia neoyorkina, un tributo a su
adorada ciudad.
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